Me pareció interesante el artículo de Fieta Jarque en Peatom (y también en El País), cuando describe algunas de las acciones de Factum Arte:
"Qué pasaría si, poco a poco, ciertas obras maestras fueran siendo reemplazadas por sus clones perfectos, indistinguibles del original? Según Adam Lowe, fundador de Factum Arte, se daría un paso de gigante en la preservación del patrimonio artístico e histórico."
Del mismo modo, me parece pertinente tener en cuenta el propio concepto dinámico, inquieto e inabarcable de originalidad tomada como proceso, a través de las palabras de Adam Lowe:
“Nadie quiere ver Venecia invadida por copias”, prosigue Lowe. “El sentido del clon es algo muy sexy ahora, y gusta mucho. Y tiene un lado positivo porque la gente empieza a preguntarse por la originalidad desde una perspectiva humana. Ni siquiera uno mismo es original. ¿Qué es original en una pintura? ¿Es la originalidad un proceso, más que un estado del ser?"
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19 agosto 2010
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